viernes, 22 de agosto de 2025

ONU declara hambruna en Gaza

Efe 

Jerusalén. La ONU declaró este viernes la hambruna en Gaza, después de que sus expertos advirtieran que 500 mil personas se encuentran en una situación "catastrófica", y en momentos en que Israel amenaza con destruir la mayor ciudad del territorio palestino. 

Tras meses de alertas sobre una hambruna en el territorio devastado por la guerra, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), organismo independiente de la ONU con sede en Roma, confirmó que la gobernación de Gaza atraviesa actualmente una hambruna y se espera que se extienda a las zonas de Deir al Balah y Jan Yunis de aquí a finales de septiembre. 

Este anuncio provocó inmediatamente la ira de Israel, que rechazó el informe: "No hay hambruna en Gaza", criticó el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí. 

La gobernación de Gaza representa aproximadamente el 20 por ciento del territorio palestino. 

Si se le suma Jan Yunis (29,5 por ciento) y Deir al Balah (16por ciento), se llega al 65.5 por ciento, lo que equivale a dos tercios de la población gazatí. 

Según los expertos de la ONU, más de medio millón de personas en Gaza se enfrentan a condiciones "catastróficas", el nivel más alto de penuria alimentaria en la IPC, caracterizado por la hambruna y la muerte. 

Esta hambruna "podría haberse evitado" sin "la obstrucción sistemática de Israel", acusó el director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, en Ginebra. "Esta hambruna nos atormentará a todos", insistió. 

Según la agencia del ministerio de Defensa israelí que supervisa los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados (COGAT) el informe del IPC es "mentiroso y parcial", y no tiene en cuenta los esfuerzos realizados en las últimas semanas para "estabilizar la situación humanitaria en la Franja de Gaza". 

"Las puertas del infierno"

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que "es un crimen de guerra utilizar el hambre con fines militares".

"No podemos permitir que esta situación continúe con total impunidad", afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, e hizo un llamado a "un alto el fuego inmediato, la liberación inmediata de todos los rehenes y un acceso humanitario total y sin restricciones".

Más temprano, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, prometió destruir Ciudad de Gaza,la mayor urbe del territorio, si Hamas no se desarma, libera a todos los rehenes que quedan en el enclave y pone fin a la guerra en los términos del Estado hebreo. 

Esta afirmación se produjo un día después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu diera luz verde a "negociaciones inmediatas" destinadas a "liberar a todos los rehenes" restantes en Gaza. 

"Pronto se abrirán las puertas del infierno sobre las cabezas de los asesinos y violadores de Hamas en Gaza, hasta que acepten las condiciones de Israel para poner fin a la guerra, principalmente la liberación de todos los rehenes y su desarme", escribió Katz en X.

"Si no aceptan, Gaza, la capital de Hamas, se convertirá en Rafah y Beit Hanun", añadió, en referencia a dos ciudades de la Franja que quedaron prácticamente arrasadas desde el inicio de la guerra.

Sin mencionarlo explícitamente, Netanyahu respondió así a la última propuesta de los mediadores (Egipto, Qatar y Estados Unidos) de un alto el fuego. 

"¿Saben quiénes se mueren de hambre? Los rehenes secuestrados y torturados por los bárbaros de Hamás", reaccionó el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, ferviente partidario de Israel incluso antes de la publicación del informe del IPC. 

Diariamente, periodistas de AFP en Gaza asisten a la distribución de alimentos, donde multitudes de palestinos se abalanzan gritando, llorando y suplicando que les rellenen sus cacerolas vacías. 

Israel, aunque asegura que quiere negociar un alto el fuego y la liberación de rehenes, controla cerca del 75 por ciento del territorio palestino e intensifica su presión militar. A principios de esta semana, el Ministerio de Defensa autorizó la movilización de unos 60 mil reservistas para una operación de conquista de Ciudad de Gaza. 

Hamas aceptó el lunes un proyecto de acuerdo que, según fuentes palestinas, prevé una tregua de 60 días durante los cuales, los rehenes aún cautivos en Gaza (49 en total, incluidos 27 declarados muertos por el ejército israelí) serían liberados en dos etapas a  cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos. 

Sin embargo, Israel insiste en que cualquier acuerdo debe contemplar la liberación simultánea de todos los cautivos. 

El ataque del grupo islamista Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, causó la muerte de mil 219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales. 

Las represalias israelíes en Gaza han dejado 62 mil 192 fallecidos, también en su mayor parte civiles, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud de Gaza, que la ONU considera fiables.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/22/mundo/onu-declara-hambruna-en-gaza-e-israel-rechaza-el-informe

jueves, 21 de agosto de 2025

Estados Unidos: gobierno desquiciado

Editorial de La Jornada 

Durante la apertura de la Conferencia Sudamericana de Defensa 2025 (Southdec) en Buenos Aires, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, alertó que “el Partido Comunista Chino continúa su incursión metódica en la región, buscando exportar su modelo autoritario, extraer recursos y establecer infraestructura de doble uso, desde puertos hasta el espacio”. El almirante afirmó que la presencia e influencia chinas tienen consecuencias de gran alcance en el Cono Sur, “donde líneas marítimas vitales de comunicación, como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake, funcionan como cuellos de botella estratégicos que podrían ser utilizados por el Partido Comunista Chino para proyectar poder, interrumpir el comercio y desafiar la soberanía de nuestras naciones o la neutralidad de la Antártida”. 

También ayer, el Departamento de Estado reiteró que desconoce al gobierno constitucional de Venezuela y ofreció hasta 25 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena del ministro de Interior, Diosdado Cabello Rondón, por impulsar una “conspiración narcoterrorista” entre el cártel de Los Soles y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Dos días antes, Washington desplegó tres destructores dotados de misiles guiados frente a las costas venezolanas para encarar “las amenazas de los cárteles de la droga latinoamericanos”, acción justificada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, como consecuente con la postura del presidente Donald Trump de “utilizar todos los recursos de su poder para detener la entrada de drogas a nuestro país”.

Para redondear la andanada de ataques a la legalidad y reafirmación de la asertividad neocolonial, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció sanciones a otros cuatro jueces y fiscales de la Corte Penal Internacional (CPI), a la que calificó de “amenaza para la seguridad nacional que ha sido un instrumento de guerra jurídica contra Estados Unidos y nuestro cercano aliado Israel”. Con esta ronda punitiva, son ya ocho los funcionarios de la CPI que enfrentan la persecución de Washington por atreverse a investigar el genocidio perpetrado por Tel Aviv contra el pueblo palestino y buscar que el primer ministro Benjamin Netanyahu rinda cuentas por sus crímenes contra la humanidad.

Esta breve relación de actos y declaraciones de miembros del gabinete trumpista –todos ellos ocurridos entre el lunes y ayer– constituye una demostración palmaria de la hipocresía, la esquizofrenia, el lenguaje orwelliano, la violencia y el pensamiento transparentemente imperial que caracterizan al trumpismo y, en gran parte, a la clase dominante de la superpotencia. Los señalamientos contra Pekín por el presunto riesgo de que haga todo lo que Washington ha hecho en América Latina por más de siglo y medio rozan el delirio: acusan amenazas al comercio, mientras imponen aranceles arbitrarios a todo el planeta; hablan de soberanía, mientras financian golpes de Estado, instalan bases militares, establecen bloqueos condenados por la comunidad internacional, se arrogan la facultad de nombrar gobiernos, envían buques de guerra y ofrecen recompensas para derrocar a gobernantes que no se pliegan a sus intereses. La misma existencia de un Comando Sur, asignado a controlar Centro y Sur América y el Caribe, demuestra que el único riesgo para la soberanía de la región proviene de Washington y sus aliados locales de derecha y ultraderecha.

Rubio ha llamado “desquiciados” a los manifestantes contra el genocidio en Gaza, y ayer el vicepresidente JD Vance lanzó el mismo epíteto a los militares insatisfechos con que se les use para intimidar a la población civil del Distrito de Columbia. Dicho adjetivo parece el más adecuado para describirlos a ellos dos y a todos sus colegas en el gobierno que demolió la frágil máscara democrática de Estados Unidos y que hoy se tambalea entre el autoritarismo y el totalitarismo de una forma peligrosa para los habitantes de todo el planeta.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/21/editorial/estados-unidos-gobierno-desquiciado

Yugo y estrella

 

Cuando nací, sin sol, mi madre dijo:

–Flor de mi seno, Homagno generoso

De mí y de la Creación suma y reflejo,

Pez que en ave y corcel y hombre se torna,

Mira estas dos, que con dolor te brindo,

Insignias de la vida: ve y escoge.

Este, es un yugo: quien lo acepta, goza.

Hace de manso buey, y como presta

Servicio a los señores, duerme en paja

Caliente, y tiene rica y ancha avena.

Esta, oh misterio que de mí naciste

Cual la cumbre nació de la montaña,

Esta, que alumbra y mata, es una estrella.

Como que riega luz, los pecadores

Huyen de quien la lleva, y en la vida,

Cual un monstruo de crímenes cargado,

Todo el que lleva luz, se queda solo.

Pero el hombre que al buey sin pena imita,

Buey vuelve a ser, y en apagado bruto

La escala universal de nuevo empieza.

El que la estrella sin temor se ciñe,

Como que crea, crece!

Cuando al mundo

De su copa el licor vació ya el vivo:

Cuando, para manjar de la sangrienta

Fiesta humana, sacó contento y grave

Su propio corazón: cuando a los vientos

De Norte y Sur virtió su voz sagrada,–

La estrella como un manto, en luz lo envuelve,

Se enciende, como a fiesta, el aire claro,

Y el vivo que a vivir no tuvo miedo,

Se oye que un paso más sube en la sombra!

–Dame el yugo, oh mi madre, de manera

Que puesto en él de pie, luzca en mi frente

Mejor la estrella que ilumina y mata.

                                                                             José Martí Pérez 

miércoles, 20 de agosto de 2025

Observaciones sobre el hábito de fumar cigarrillos de papel

Por José Martí Pérez

La costumbre que se va cada vez más generalizando de fumar incesantemente cigarrillos de papel es muy poco menos dañina, aunque de una manera sutil y poco sensible, que el hábito de tomar tragos de alcohol entre las comidas. Nada tenemos que decir contra el fumar a horas oportunas y con moderación; ni las observaciones que vamos a hacer se refieren al uso de los tabacos o puros ni de las pipas. Contra lo que deseamos protestar es contra el hábito de fumar cigarrillos de papel en grandes cantidades, imaginándose que estas dosis pequeñas de nicotina no son dañosas. La verdad es que debido quizás a la manera en que se divide la hoja del tabaco, unida esta circunstancia al hecho de ponerse en un contacto más directo con la boca y los conductos del aire, que cuando se fuma en una pipa o en forma de tabaco o puro, los efectos producidos por el abuso de los cigarrillos de papel son más marcados y presentan caracteres más fijos que los que se observan después de emplear otras maneras de fumar. Al estudiar el pulso de un individuo que ha fumado una docena de cigarrillos se encontrará que está más deprimido que después de fumar tabacos puros. Es práctica común de los jóvenes que fuman cigarrillos consumir de ocho a doce por hora, y continuar esa operación cuatro o cinco horas por día. Quizás no sea grande la cantidad de tabaco consumido, pero no hay duda que el volumen de humo a que están expuestos los órganos respiratorios del fumador, y las propiedades de ese humo respecto a la proporción de nicotina introducida en el sistema, se combinan para poner el sistema completamente bajo la influencia del tabaco. Hemos tenido conocimiento en estos últimos meses de un número considerable de casos, en que muchachos y jóvenes que no habían alcanzado aún su completo desarrollo físico, han visto su salud seriamente alterada por el hábito de fumar incesantemente cigarrillos de papel. Conveniente es que estos hechos se sepan, pues es evidente que prevalece la idea de que, cualquiera que sea su número, estas bocanaditas de humo no pueden ser dañinas en lo más mínimo, cuando al contrario producen con frecuencia mucho daño. 

La América. Nueva York, septiembre de 1883.

martes, 19 de agosto de 2025

Regreso al romanticismo

 Por Alejandro Roman Salsamendi

“El arte conceptual ha muerto”. La frase suena tajante, pero refleja un malestar profundo: la humanidad ya no quiere pensar, quiere sentir. La modernidad racionalista, que había hecho de la razón su bandera, muestra síntomas de agotamiento. La política reciente —con fenómenos como Donald Trump— es la prueba: el mito, la emoción y el gesto visceral parecen tener más fuerza que el hiper-racionalismo, distante de lo cotidiano de la vida misma.

Francis Fukuyama anunció a comienzos de los noventa el “fin de la historia”: la victoria definitiva de la democracia liberal y del mercado como horizonte humano. Sin embargo, tres décadas más tarde, lo que constatamos no es un cierre armónico, sino un vacío. Como advirtió Nietzsche un siglo antes, “Dios ha muerto”, y con él la unidad de sentido que sostenía nuestras certezas. En ese desierto de valores, la figura del héroe romántico reaparece como necesidad psíquica y política: alguien que, aun contra la razón, sea capaz de señalar un rumbo.

La verdad, fragmentada, es ahora un campo de batalla. Kierkegaard ya había intuido que la subjetividad era la “verdad más alta”, pero en nuestra época esa subjetividad se ha atomizado en millones de microverdades algorítmicas, cada una refrendada por redes sociales y sesgos de confirmación. Ante tal babel, la humanidad se encuentra paralizada, incapaz de discernir. Walter Benjamin llamó a esto la experiencia de la “modernidad fragmentaria”, donde lo continuo se rompe en instantes fugaces que no alcanzan a formar una narrativa.

El resultado es una soledad saturada. No por carencia material, sino por sobreabundancia de estímulos. El ser humano contemporáneo no lucha por sobrevivir, sino por no ahogarse en el exceso. Se ha quedado sin causas universales, desconectado de la pulsión vital de lo bestial en lo humano, que antes emergía en revoluciones, epopeyas o religiones. Como escribió Albert Camus, enfrentamos el “absurdo”: la constatación de un mundo sin sentido objetivo que, sin embargo, seguimos habitando.

En esa tensión, la razón sola ya no basta. Nos paraliza en la duda monumental. El único escape es el salto, la fe irracional, el cerrar los ojos y avanzar. Aquí retorna el héroe romántico: no como figura lógica, sino como fuerza vital. Nietzsche lo encarnó en el Übermensch, Kierkegaard en el caballero de la fe, y en la tradición cristiana se expresó en la figura del Mesías, Jesús, el último héroe sistémico. Su esencia es la misma: mostrar que hay un camino cuando todo análisis parece conducir al nihilismo.

El regreso del héroe romántico no es un mero anacronismo, sino una reacción al agotamiento de la racionalidad instrumental. Nos recuerda que el ser humano no vive solo de causas razonadas, sino de emociones compartidas, de símbolos que otorgan sentido, de narrativas que permiten sacrificio. Y en un tiempo en el que Fukuyama creía que la historia se había terminado, la irrupción de nuevos héroes emocionales demuestra lo contrario: la historia sigue abierta, y lo que necesitamos no es menos, sino más romanticismo.

El héroe romántico es, en el fondo, un síntoma del vacío moderno. Surge para llenar el desasosiego de un mundo que, habiéndose quedado sin causas, anhela volver a sentir. Ante esa duda monumental solo nos queda cerrar los ojos y confiar en que el movimiento hacia adelante sea garantía y esperanza. Solo el héroe romántico, vitalmente intuitivo, podrá enseñarnos el camino.

lunes, 18 de agosto de 2025

Bolivia. Nefasta división de las fuerzas populares abre paso a balotaje entre candidatos de derecha

 Resumen Latinoamericano

Los conteos preliminares arrojan como líder de los comicios al candidato Rodrigo Paz con el 32.08% de los votos. El candidato iría a segundo balotaje con Jorge Quiroga, ambos candidtos de la derecha. 

En una jornada electoral caracterizada por la tranquilidad y sin grandes incidentes registrados, los resultados preliminares del Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre)de forma sorpresiva posicionaron al candidato de derecha Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, al frente de la votaciones con el 32.08% de los votos escrutados, lo que equivale a 1 millón 546 mil 892 votos en total.

En la rueda de prensa donde se informaron los resultados de las votaciones, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE)Óscar Hassenteufel afirmó que la palabra empeñada fue cumplida, y los resultados preliminares de los cómputos dan fe de ello.

Agradeció la entereza cívica de los bolivianos y su acompañamiento al trabajo del órgano electoral. Destacó que el acompañamiento de los veedores internacionales también fue fundamental en el desarrollo de los comicios.

Los resultados informados por el máximo órgano electoral resumen los datos del 91% de las actas procesadas en el Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre):

Actas escrutadas hasta ahora: 90,1%
PDC – Rodrigo Paz: 32.08%
Libre – Jorge Quiroga: 26.94%
Unidad – Samuel Doria Medina: 19.93%
AP – Andrónico Rodríguez: 8.11%
Sumate – Manfred Reyes Villa: 6.63%
MAS – Eduardo del Castillo: 3.14%
AFP – Jhonny Fernández: 1.6%
ADN – Pavel Aracena Vargas: 1,57%

De acuerdo con esta información, se registran en total 4 millones 851 mil 667 de votos válidos, equivalente al 78.57% de las actas escrutadas hasta el momento, mientras los votos nulos suman 1 millón 175 mil 519, para un 19.04% del total.

Las elecciones tuvieron lugar en un contexto político, económico y social complejoEl Movimiento al Socialismo (MAS), que ha gobernado por casi dos décadas, se presentó debilitado por enfrentamientos internosEllo podría abre las puertas al neoliberalismo para regresar al poder y desmontar logros del Estado Plurinacional.

En estos comicios los ciudadanos debían votar por presidente y vicepresidente; 36 integrantes del Senado130 miembros de la Cámara de Diputados, así como se seleccionaron siete diputados indígenas originarios campesinos y nueve representantes ante organismos parlamentarios supraestatales, uno por cada departamento.

Los resultados oficiales deben estar listos en las próximas 72 horas según indicaron las autoridades. Indicaron que en el día de mañana podrían conocerse los resultados finales de algunas provincias, según la cantidad de votos que arroja cada una.

https://www.blogger.com/blog/post/edit/2044430452931794159/8626602298792707225 Fuente: TelesurTV

domingo, 17 de agosto de 2025

De René RR

Anoche recordé esta canción de Agustin Lara que cantaban Alipio y Cecilia:


Sueño guajiro
Duerme bajo la sombra del platanarsueña con esa noche plenilunar...
Embriagate con esta luz...aroma de carabalí...y piensa en un amorque nazca en Veracruzy muera en Yumurí
Soñar mi reina del palmar
que dulce bienestar
que blanda sensación

Soñar muy cerquita del mary con su espuma salpicarnuestra canción
Hacer con su mejor vaivenun canto caibarieque te hable de mi pena
Morena linda que inspiró este songuajira que robó mi corazón


Nada, hermano, recuerdos felices. Abrazo

sábado, 16 de agosto de 2025

Putin y Trump sin resultados concretos sobre Ucrania

 Por Juan Pablo Duch

Moscú. La cumbre en Alaska de los presidentes ruso, Vladimir Putin, y estadunidense, Donald Trump, terminó este viernes, dos horas y 45 minutos después de haber comenzado, sin acuerdo de alto el fuego ni las sanciones adicionales que el republicano había prometido aplicar si continuaban las hostilidades, aunque ambos calificaron su encuentro de “productivo” y “útil”. 

La esperada conferencia de prensa resultó una decepción para los periodistas, ya que Putin y Trump se limitaron a hacer una breve declaración y no admitieron preguntas.

Llamó la atención que no se dio ninguna explicación de los cambios en el programa concordado: la cancelación de la reunión con comitivas completas y el almuerzo de trabajo. Aunque según el portavoz de Putin, Dimitri Peskov, estaba previsto que la cumbre durará entre seis y siete horas, terminó mucho antes.

Putin y Trump hablaron de progresos, pero no mencionaron ninguno. No es claro si no quisieron revelar esos “entendimientos” debido a que, para que pueden concretarse, Trump tiene que informar a sus socios de Europa y al gobierno ucranio, o no son todavía lo suficientemente relevantes. El magnate republicano trató de explicarlo sin éxito, diciendo que “logramos avances”, pero “falta ponerse de acuerdo sobre algunos puntos que son importantes”.

El jefe de Estado ruso dedicó buena parte de su intervención a elogiar a su interlocutor, a quien volvió a agradecer sus esfuerzos por terminar el conflicto armado en Ucrania.

Putin subrayó que también quiere terminar la guerra, que calificó de “tragedia y dolor”, con el “hermano pueblo ucranio”, pero ratificó que, para que se pueda lograr un arreglo político duradero en Ucrania, hay que eliminar lo que llama “causas originarias” del conflicto y suprimir todas las preocupaciones de Rusia en materia de seguridad. En otras palabras, no hizo ninguna concesión a Trump y reiteró sus condiciones para la capitulación incondicional de Ucrania.

El inquilino de la Casa Blanca, sin la euforia que lo caracteriza, tampoco insistió en público en la necesidad de declarar un alto el fuego inmediato y sólo lamentó que cada semana “mueren miles de personas”. En alusión a un posible acuerdo para un cese de hostilidades, reconoció que “no hemos llegado ahí, pero es alto el chance. Por ahora no se concretó, no tenemos trato”. Agregó que “nos pusimos de acuerdo en muchos puntos, en otros no”, sin precisar de qué estaba hablando.

La cumbre comenzó en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, con un recibimiento que la televisión rusa destacó como “amistoso” por parte del anfitrión.

Las primeras imágenes –transmitidas en directo por el canal de noticias de la televisión pública Rossiya 24–, desde que Putin, descendió del avión subrayan que, desde la perspectiva del titular del Kremlin, el recibimiento fue mejor de lo esperado: alfombra roja, apretón de manos y aplausos del anfitrión, Donald Trump, desplazamiento al lugar de las conversaciones junto con el mandatario estadunidense en su Cadillac, a pesar de que la víspera arribaron a Alaska, en aviones de carga, dos limusinas Aurus suyas de fabricación rusa.

En las conexiones en vivo de sus numerosos enviados a Alaska sólo Pavel Zarubin, el reportero preferido de Putin, conductor del programa dominical “Moscú.Kremlin.Putin”, dijo que parecía que los aplausos de Trump eran más bien para los cazabombarderos que, en señal de saludo, pasaron encima de sus cabezas.

Ninguno de los enviados mencionó las protestas que hubo el jueves contra Putin, con grandes carteles en favor de la paz y de Ucrania, junto al aeropuerto de Anchorage, en cambio mostraron varias veces el grupo de republicanos que salieron a la calle este viernes, con banderas de las barras y las estrellas, para saludar la presencia de su presidente con carteles como “Alaska está con Trump”.

Uno de los presentadores de la transmisión especial mencionó que estaba previsto que Trump esperara a Putin al pie de la escalerilla del avión y no encontró qué decir cuando ambos mandatarios bajaron al mismo tiempo de sus aeronaves para avanzar, sobre sus respectivas alfombras rojas, hacia una tarima, con la inscripción de Alaska 2025, y estrecharse la mano.

Tampoco tradujo la televisión rusa las improvisadas preguntas, a gritos, que lanzaron los reporteros y que ni Trump, con cara seria, y Putin, sonriente, no contestaron, mostrando el ruso con gestos que no se oía. Una pregunta era: “Presidente Putin, ¿dejará de matar civiles?” y otra: “¿Está usted dispuesto a declarar un alto el fuego?”.

La prensa estadunidense que suele criticar a Trump no desaprovechó la oportunidad de hacerlo este viernes. Esta es una muestra: “Después de tres años de aislamiento diplomático, de sanciones y de una orden de detención, librada bajo cargos de haber cometido crímenes de guerra, él (Putin) aterrizó en el territorio del país probablemente más poderoso de la Tierra, líder de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), y fue recibido calurosamente por el presidente Trump en una alfombra roja. Es la imagen que quería conseguir el presidente ruso”, escribió el New York Times en su página web.

A falta de noticias sobre las conversaciones a puerta cerrada, y tras repetir una y otra vez las escenas del recibimiento “amistoso” y de calificar de “histórica” esta cumbre, en espera de la conferencia de prensa final, la televisión rusa sobredimensionó la forma con que Trump recibió a Putin, recalcando el “gran respeto” que, en su opinión, le profesa el republicano.

A la vez llenó el espacio con reportajes preparados con antelación sobre “el inmenso potencial de la cooperación bilateral” y la “frustración” de los líderes europeos y del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, por no haber sido invitados a la cumbre, callando que el propio Trump dijo la víspera que él está ahí sólo para sentar a la mesa a Putin y Zelensky, quienes en la siguiente reunión son los que tienen que negociar el arreglo político de su conflicto armado.

Trump, que cambia de opinión tan rápido como Putin cambia de corbata (en la escala que hizo en Magadan tenía una roja y, cuatro horas más tarde, llegó a Alaska con una azul, notó un reportero de la fuente presidencial), no quiso celebrar la reunión cara a cara con Putin, que figuraba como primer punto del programa concordado.

La reunión, propiamente, se llevó a cabo en otro formato: Trump, acompañado del secretario de Estado, Marco Rubio, y del enviado especial Steve Witkoff; y Putin, del canciller Serguei Lavrov, y del asesor de política exterior y seguridad, Yuri Ushakov. Cada delegación llevó su propio intérprete, dado que Putin, que habla un perfecto alemán, no domina el inglés, más allá de saber unas frases de cortesía, según reconoció él mismo.

Ese primer y único encuentro comenzó de forma inusual: sin declaraciones de los presidentes ni respuestas a preguntas de los reporteros, otra vez a gritos, desesperados por obtener alguna primicia hasta que los agentes del servicio secreto de Estados Unidos, también a gritos y empujones, sacó a los periodistas de la sala.

Dos horas y 45 minutos después, sin cumplir los restantes puntos del programa (las conversaciones con comitivas completas y el almuerzo de trabajo), concluyó esta cumbre ruso-estadunidense cuando Trump dijo “espero verte pronto Vladimir” y Putin propuso, en inglés, que la próxima vez se vean en Moscú. “¿En Moscú? Voy a pensarlo” contestó un sorprendido Trump.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/15/mundo/trump-no-hubo-acuerdo-con-putin-sobre-ucrania-pero-conversaciones-fueron-muy-productivas

viernes, 15 de agosto de 2025

Logran Putin y Trump entendimiento sobre Ucrania, jefe del Kremlin pide a Europa no sabotear el progreso

 Anchorage. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo este viernes que el "entendimiento" alcanzado, según él, con su homólogo estadunidense Donald Trump durante una cumbre en Alaska podría traer paz a Ucrania, mientras el jefe de la Casa Blanca señaló que las pláticas con el líder del Kremlin fueron “extremadamente productivas” pero se necesta hacer más para acabar con la guerra en Ucrania.

"Esperamos que el entendimiento alcanzado allane el camino hacia la paz en Ucrania", declaró Putin en una rueda de prensa conjunta con Trump que dieron por terminada sin contestar las preguntas de los periodistas.

Putin instó a Ucrania y a Europa a no crear "obstáculos" para la paz.

Al término del encuentro, que se prolongó unas tres horas, afirmó que está de acuerdo en que se debe garantizar la seguridad de Ucrania, señaló CNN.

“Estoy de acuerdo con Trump en que se debe garantizar la seguridad de Ucrania y, por supuesto, estamos dispuestos a trabajar en ello”, declaró.

Añadió: “Me gustaría pensar que el acuerdo al que hemos llegado juntos nos ayudará a acercarnos a ese objetivo y allanará el camino hacia la paz en Ucrania”.

Trump indicó que a pesar de que ha “ha tenido una relación fantástica con el presidente Putin”, ésta se vio obstaculizada por las investigaciones realizadas durante su primer mandato sobre la interferencia de Moscú en las elecciones estadunidenses de 2016, reportó CNN.

“Tuvimos muchas, muchas reuniones difíciles, buenas reuniones”, declaró Trump durante la rueda de prensa conjunta.

“Nos vimos afectados por el engaño de Rusia, Rusia, Rusia. Lo hice un poco más difícil de manejar, pero él lo entendió”, aseveró Trump.

El magnate expuso: "creo que tuvimos una reunión muy productiva. Hubo muchos, muchos puntos en los que coincidimos, la mayoría de ellos, diría yo, (y) un par de los (temas) importantes que aún no llegamos (a un acuerdo), pero hemos logrado algunos avances".

“No hay acuerdo hasta que haya acuerdo. Llamaré a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)... Por supuesto, llamaré al presidente (ucranio Volodymir) Zelensky y le informaré sobre la reunión de hoy... Realmente hemos logrado un gran avance”, aseguró Trump.

El mandatario estadunidense concluyó sus breves comentarios en la rueda de prensa conjunta dando las gracias a Putin y diciendo que volverían a hablar pronto.

“La próxima vez en Moscú”, respondió Putin en inglés.

A continuación, Trump dio por concluida la rueda de prensa sin responder a ninguna pregunta de los periodistas allí reunidos ni ofrecer ningún detalle sobre lo que Putin denominó el acuerdo al que habían llegado en sus tres horas de conversaciones.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/15/mundo/alcanzan-trump-y-putin-entendimiento-sobre-ucrania-advierte-a-europa-no-sabotear-progreso

jueves, 14 de agosto de 2025

Cien años con Fidel

 Por Rosa Miriam Elizalde

Ayer comenzaron oficialmente los homenajes por el centenario del natalicio de Fidel Castro (1926-2016), que culminarán el 13 de agosto del próximo año. No será sólo una serie de actos para recordarlo, sino una extensa jornada de pensamiento, memoria y acción que revisará su obra política, las ideas que defendió y la vida de un hombre que, pese a los intentos de la derecha mundial por derribar sus estatuas físicas y simbólicas, sigue siendo un referente para millones. 

La gran pregunta que sobrevuela este centenario es qué será de Cuba sin Fidel. O, lo que es lo mismo, cuánto más resistirá la isla comunista una vez concluido el tiempo biológico de su líder. Pero, como él advertiría, la verdadera interrogante es otra: ¿qué será del futuro de la humanidad sin la convicción de que es posible construir un rumbo distinto del actual, que parece encaminado a la autodestrucción? ¿Qué será del mundo sin la determinación de quienes se niegan a vivir sin tener precio? “La dignidad no es nunca individual; incluso la dignidad del hombre más solo de la tierra es colectiva”, afirmó una vez Fidel. 

Los factores subjetivos pueden inclinar el curso de la historia: acelerar el progreso o frenarlo. En Cuba, el factor subjetivo encarnado en Fidel fue decisivo para que la revolución no sólo triunfara, sino que sobreviviera a décadas de asedio. Sin embargo, su fuerza no se explica sólo por el carisma personal. Se sostuvo en una fe persistente en el ser humano y en su capacidad de “concebir las más nobles ideas, albergar los más generosos sentimientos y, superando los poderosos instintos que la naturaleza le impuso, dar la vida por lo que siente y lo que piensa”, como expresó a Ignacio Ramonet en Cien horas con Fidel

Ese liderazgo no habría perdurado sin el respaldo de un pueblo que, con enormes sacrificios, ha defendido su soberanía sin someterla a negociación alguna. Nelson Mandela reconoció que si más naciones se comportaran como la pequeña isla del Caribe –no hablaba sólo en términos de la participación cubana en la lucha contra el apartheid– la inquietud por el futuro del planeta sería menor. Quizás entonces viviríamos en un mundo menos contaminado y sin la devastación indiscriminada de la naturaleza; un mundo sin desigualdades extremas, sin violencia estructural, sin guerras de exterminio ni el riesgo constante de una tragedia nuclear. Un mundo donde la brújula de la política fuera, de forma indeclinable, el bienestar humano. 

La cuestión, por tanto, no es cuándo Cuba se rendirá tras la ausencia de Fidel. La pregunta es cuánto tiempo más resistirá el mundo esta especie de “segunda Edad Media” que atraviesa la humanidad y que obliga a Cuba, en condiciones extremas, a “inventar el ornitorrinco, el único mamífero que pone huevos”, como definía el proyecto de sociedad cubana el arquitecto y escritor argentino Rodolfo Livingston. 

En cuanto a la isla, hay algo profundamente conmovedor en esa épica obstinada que consiste en seguir respetándose a uno mismo por encima de la marginación y la desgracia. No rendir jamás la voluntad de ser: eso, precisamente, es la dignidad. Por tanto, ojalá el año del centenario sirva para hacer un recuento justo de ese experimento que encabezó Fidel en el pequeño territorio del Caribe que sigue desafiando a los gigantes. 

Livingston, por cierto, aventuró hace unos años en Página 12 una teoría sobre el futuro del ornitorrinco Cuba: “Las semillas son pequeñas. También lo eran los antepasados de los mamíferos –nuestros ancestros biológicos–, diminutos frente a los dinosaurios que parecían invencibles hace 70 millones de años. ¿Dónde están hoy unos y otros?” 

Como nota curiosa, fue el arquitecto argentino quien descubrió que Andrés Oppenheimer, autor de La hora final de Castro. La historia secreta detrás de la inminente caída del comunismo en Cuba, publicado en 1992, cambió el subtítulo del libro en su segunda edición, de 1993: La historia secreta detrás del gradual derrumbe del comunismo en Cuba. Livingston profetizó los siguientes subtítulos en próximas ediciones: La historia secreta del posible deterioro del comunismo en Cuba La historia secreta detrás de la persistencia del comunismo en Cuba

Tal vez ese sea el principal legado de Fidel: que la resistencia de su pueblo puede convertirse en una marca perdurable, cuando todo lo que nos rodea parece tambalearse al borde de un precipicio.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/14/opinion/cien-anos-con-fidel

miércoles, 13 de agosto de 2025

Debatir, dialogar, diferenciar. Notas de viaje

Por Rafael Hernandez

Recuerdo la primera vez que publiqué un artículo en El Nuevo Herald. Se titulaba “La Perla de las Antillas” (NH, 10 de junio de 1991). Era una disquisición sobre las diferencias entre los códigos culturales de cubanos de Miami y de Cuba en aquel entonces. Comentaba la impresión de haber vuelto a oír los programas de radio de mi infancia, de visitar Little Havana, y sus réplicas de sitios icónicos habaneros, desde el restaurante La Carreta, pasando por la Funeraria Caballero hasta el reloj de la Quinta Avenida. 

Aquel artículo terminaba con una anécdota acerca de mi hija, que entonces estudiaba en la universidad. Se me había ocurrido aplicarle a ella un “test de cubanía” traído de Miami. Entre las casi 50 preguntas (¿Cómo era Chencha? ¿Qué le pasó a Chacumbele? ¿Cuál era la “esquina del pecado”? ¿Qué es mejor para la yuca seca?) ella había podido contestar solo una: ¿Qué es Cuba de las Antillas? La Perla, me había dicho con una sonrisa.

Detrás de mi artículo en el NH, sobrevino un barragede fuego, como con siete réplicas, durante casi dos semanas. Recuerdo una titulada “Pan con ají”, que me echaba en cara la decadencia de la Cuba post Revolución, manifiesta en la vulgaridad de las pizzas cubanas. Etcétera.

Una de las respuestas, sin embargo, publicada nada menos que en el Diario de las Américas, “Carta abierta a un académico cubano”, discrepaba del mío, pero lo hacía con otro tono y argumentos. Así que decidí responder solo a esa, con un segundo texto, “¿Podemos hablar?” (NH, 18 de agosto, 1991). Su autora, Uva de Aragón, escritora de la primera oleada del exilio, me contestó en el mismo periódico, con un comentario titulado “Podemos y debemos hablar”.

Aunque ahí quedó el debate, el caso es que Uva y yo empezamos a tejer desde entonces un intercambio intelectual, que llegaría luego a una amistad duradera. Muchos años después, durante un homenaje que la Uneac le rindió a Uva, de visita en La Habana, tuve oportunidad de recordar públicamente aquel primer intercambio.

He empezado mi recuento por esta incursión en el NH, pero en realidad hubo una anterior, hace ahora 35 años, en The Miami Herald, que parece el mismo periódico, pero no lo es.

En mis periplos académicos por aquellas tierras en los años 80 había conocido a periodistas del MH que pensaban como nosotros acerca de la intervención de EE. UU. en las guerras centroamericanas. Así que le mandé a una de ellas un articulo titulado “End threats, begin talks”, donde argumentaba a favor del diálogo, explicando el nuevo contexto, los cambios geopolíticos, el fin de la guerra en Angola, la preocupación cubana ante la crisis en el campo socialista de Europa del Este y sus repercusiones para el Tercer Mundo, las lecturas que presagiaban una debacle en Cuba, y lo peligroso de esas visiones en términos de seguridad nacional. Decía que la desestabilización y la fuerza podían provocar escenarios más amenazantes y contraproducentes para EE. UU. que la búsqueda de diálogo y concertación con la isla.

Finalmente lo publicaron (MH, 17 de abril, 1990) escoltado por uno de Georgie Anne Geyer, titulado “El aislamiento de Castro presagia una guerra civil”, en una misma página que decía arriba “A two-voice counterpoint on Cuba”.

Gayer concluía su apocalipsis cubano vaticinando que a Fidel le quedaban par de años en el poder, si no ocurría antes una rebelión de los militares. Al año siguiente, esta periodista publicaría The Guerrilla Prince, una biografía del “dictador cubano” basada mayoritariamente en historias recogidas entre los exiliados, impregnadas de imaginación.

Cuando salió aquel artículo mío en el MH, se estaba desvencijando el campo socialista y ya se sentían los primeros embates en Cuba, la paz no se había alcanzado aún en Centroamérica, y aparecían los primeros carteles en Miami anunciando “Next Christmas in Havana”. Así que para mí fue poner una pica en Flandes.

Con la llegada de la Administración Clinton, volví a probar suerte en el NH, esta vez con un texto titulado “La política de EE. UU. hacia Cuba: ¿un vaso medio lleno?”. Ahí interpretaba como favorables algunas señales emitidas por el Departamento de Estado, que además de no machacar con “la Cuba post-Castro” ni el compromiso con el exilio cubano, saludaban las buenas relaciones de los países del Caribe con la isla y su posible influencia en los cambios internos; reconocían que no había una amenaza cubana para EE. UU., y favorecían los intercambios académicos y culturales.

Yo intentaba mapear factores en la compleja dinámica de las relaciones, como los empresarios y la emergencia de sectores económicos atractivos en Cuba, y apuntaba que hasta think tanksconservadores, como Rand Corporation, afirmaban que era hora de otra política. Una expectativa, desde luego, que otros también tenían entonces, después de doce años de gobiernos republicanos; y de una Administración Clinton con 8 meses de nacida.

Aquel ejercicio sobre el vaso medio lleno no vaticinó ni provocó nada, por supuesto; pero su recorrido fue diferente a los anteriores. Una vez más, me lo publicó el NH (septiembre, 1993); sin embargo, a diferencia de dos años antes, no hubo catarata de réplicas. Lo “más mejor” de todo, como se diría entre cubanos, fue que, por esos mismos días, lo había publicado un medio nuestro denominado Juventud Rebelde.Aunque no fue un jonrón, pisar esas dos bases con un solo hit no estuvo mal.

Como he contado muchas veces aquí mismo, empecé a visitar con frecuencia EE. UU., como parte de mi trabajo académico, desde principios de los 80. Esa fue sin duda una experiencia que contribuyó a mi capacidad de debatir ideas muy diferentes a las mías, de construir argumentos para hacerme entender y de dialogar con quienes tenían otras ideologías —e iban a seguir teniéndolas, muy probablemente—.

Pude aprender que, a pesar de esas distancias no solo ideológicas, sino culturales, era posible transmitir lo que yo sabía —o creía saber— sobre Cuba. Aquel ejercicio de intercambio me ayudó a analizar, documentar y construir de otra manera ese saber sobre Cuba y sobre nuestras relaciones con EE. UU.

Además de un aprendizaje intelectual, fue sobre todo una experiencia cultural y humana. Tanto en Columbia, como en Harvard y en la Universidad de Texas, tuve estudiantes cubanoamericanos cuyas familias habían perdido propiedades en Cuba, participado en la invasión de Girón, liderado organizaciones del exilio; y que habían llegado en la Operación Peter Pan o se los habían llevado por el Mariel. Algunos de ellos habían trabajado en la Fundación Nacional Cubano-Americana, en la televisión y la prensa de Miami, en el staff de políticos de Florida o New Jersey. Y venían a mis posgrados sobre Relaciones EE. UU.-Cuba y Cuba contemporánea, porque nunca habían tomado cursos sobre Cuba en sus carreras. Dudosos primero, porque no estaban seguros de si además de comunista, yo sería realmente un académico.

Sin embargo, luego de nuestras primeras semanas de seminarios, diálogos y debates en clase, nuestras relaciones se avivaron, hasta que llegamos a reunirnos los fines de semana. Al terminar el semestre, descubrimos que al margen de nuestras ideas políticas diferentes, todos habíamos aprendido mucho, y que algunos ya éramos amigos. Y lo seríamos hasta hoy.

Durante esos viajes por el Norte, también participé en eventos con militares de todo el hemisferio en la Universidad de la Defensa, impartí conferencias sobre la Crisis de Octubre a cadetes de la Escuela de la Fuerza Aérea en Colorado Springs, discutí sobre Cuba con el equipo de América Latina en la Rand Corporation (“eres el primer cubano de Cuba que nos visita”, me dijo el cubano a cargo), hablé y debatí sobre sociedad civil en la serie sobre Cuba y relaciones EE. UU.-Cuba en el Council on Foreign Relations.

No tengo que aclarar que el 90 % o más de quienes participaban en esas sesiones no pensaban como yo. Ni remotamente.

Recuerdo una vez cuando me invitaron a hablar sobre Cuba, en los albores del Periodo Especial, ante un auditorio de 100 personas, en Americas Society. Entre los asistentes había demasiadas caras cubanas como para no distinguirlas. Era la época en que todos los viernes se reunía un grupo de manifestantes durante una o dos horas, en una esquina frente a la Misión de Cuba ante la ONU. Sin embargo, a pesar de los ceños fruncidos y las preguntas con coletilla, la charla terminó pacíficamente.

Unas semanas después, entrando en la Misión a recoger cartas de mi casa, sentí las voces afuera gritando: “Rafael Hernández, cuando vuelvas a Nueva York te vamos a estar esperando”. Esa tensión era también parte del clima, y podía emerger en cualquier lugar, no solo en Miami. 

Así que, al margen de clases y paneles, había que estar preparado para lidiar con la intransigencia y la rigidez, los estereotipos del anticomunismo y el anticastrismo, donde menos uno lo esperaba. Esa contingencia no le quitaba interés intelectual y político a poder discutir en público y en privado con exsecretarios de Defensa, antiguos jefes de la CIA, subsecretarios de Estado para América Latina, jerarcas de la Bolsa de Wall Street, comandantes del Servicio de Guardacostas, congresistas, generales que ganaron grados en Vietnam. Y a veces descubrir que algunos de ellos cultivaban un respeto o incluso admiración por Fidel Castro, y por la capacidad de sobrevivencia de la Revolución cubana, a pesar de todas sus objeciones y de nuestros déficits.

Me gusta decir que si me invitan a predicar en el Infierno, ahí voy. Y de cierta manera, es lo que más he hecho en la vida. Porque albergo la noción, quizá fantasiosa, de que una o dos de mis razones se queden rondando en la mente de algunos demonios, aunque sea de manera inconsciente. Si no fuera así, haberlo intentado habrá valido la pena para aclararme yo mismo.

De más está decir que no me hago ilusiones con los enemigos acérrimos y menos con los aliados del otro lado. Los he conocido durante demasiado tiempo, e incluso los he tenido muy cerca, antes de que se mudaran al bando de los que Isaac Deutscher llamaba renegados. Él decía que renegados y herejes eran dos especies muy distintas; y es necesario aprender a diferenciarlas. Como los judíos convertidos al cristianismo en la época de la Inquisición, los disidentes de sus antiguas creencias pueden ser, y a menudo son, los más recalcitrantes, dogmáticos y sectarios, los más hostiles hacia los que siguen en su antigua fe. Por eso mismo, el diálogo con ellos suele ser muy difícil; e intentar el debate a menudo se vuelve improductivo.

Finalmente, tampoco me hago ilusiones con que el debate y el diálogo son la vara mágica que lo resolverá todo, ni que la política se reduce a eso. Razones de Estado, culturas propias de las organizaciones y los aparatos de gobierno, lógicas y complejidades típicas de procesos de transición, inercias en las maneras de pensar, hábitos de mando e intereses, situaciones de crisis y derrotismos, todo eso junto y otros factores más forman parte del proceso político. Creerse que un diálogo racional y un debate abierto van a disolverlos es también una fantasía.

Sin embargo, el mero hecho de que los diversos sujetos sociales se sientan identificados, y partes vivas en ese proceso, permitiría tender y mantener puentes entre las instituciones y el consenso. Sin esa comunicación expandida en múltiples canales difícilmente pueda haber interacción ni influencias mutuas, vitales para que la política funcione de ambos lados.    

Aunque muchos amigos y conocidos me dicen a veces que ojalá me escucharan más arriba, confieso que nunca he tenido vocación de asesor del gobierno. Algunos socios míos muy queridos se sienten frustrados, con buenas razones, porque no les hacen caso. Yo también quisiera que los escucharan, pues comparto, a nivel personal, muchas de sus propuestas. Pero en mi caso, me basta con poder compartir públicamente mis reflexiones sobre la sociedad y la política.

Ningún reconocimiento es superior a escuchar a alguien, a menudo un desconocido, que me dice haberlo ayudado a entender un problema, aunque no le haya encontrado una solución.

Sentir esa íntima utilidad hace que todo haya valido la pena.

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